La actividad económica experimentó en junio su segunda caída mensual consecutiva (-0,7 %) y la cuarta en seis meses. Los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) confirman el freno que experimenta la economía desde principios de año y que se profundizará con la fuerte suba de las tasas de interés.
En el análisis mensual, el Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) se achicó 1,3 % entre febrero y junio. La comparación interanual, influenciada por la profunda depresión del 2024, muestra un crecimiento de 6,4 %, un número difícil de encajar con la experiencia.
El economista Lorenzo Sigaut Gravina señaló que las cifras desestacionalizadas del Indec “confirman el amesetamiento” de la economía y advirtió que “hay riesgo de recesión en dos semestre”. Es que el Emae del segundo trimestre trepó sólo 0,1 % vs el primero.
La semana pasada, un informe de la Fundación Mediterránea había proyectado que en el segundo trimestre del año la actividad económica cerraría con un crecimiento cercano al 1 %, apenas la mitad del crecimiento registrado en el último cuarto del 2024.
Marco Kofman, economista del Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate), señaló que los indicadores económicos “venían mostrando ya desde fin del año pasado un escenario de crisis”. Y sobre fines de junio, recordó, comenzó a expresarse con mayor claridad la fragilidad del sector externo.
Fausto Spotorno, director del centro de estudios económicos Orlando Ferreres Y Asociados, señaló que la suba de tasas dispuesta por el Banco Central tendrá impacto en la actividad económica, que “va a quedar frenada por un tiempo”.
Proyecciones negativas
En este marco, las proyecciones del estudio Orlando J. Ferreres, que elabora uno de los índices de actividad económica más consultados, son las de un freno en la actividad. “Todavía no la estamos viendo caer pero al frenarse los bancos se frena el crédito y con ello algunos mercados de consumo como el de los autos”, indicó.
Desde la consultora ACM recordaron que luego de la contracción inicial de la economía mileísta, la actividad tocó un mínimo en abril de 2024. Desde entonces, transitó una trayectoria de recuperación que se extendió hasta febrero de 2025. Sin embargo, en marzo se registró una contracción mensual significativa.
Por su parte, desde LCG, resaltaron que, con altas y bajas, la economía acumula una caída de 1,3 % en los últimos cuatro meses. “La contracción de apenas 0,6 % contra diciembre se explica por el crecimiento del primer bimestre del año. Podría pensarse que el crecimiento rebote terminó y la economía empieza a amesetarse en niveles más bajos que los de mediados de 2022, que fue el último pico”, ampliaron.
El Banco Provincia presentó este miércoles un innovador sistema automatizado para adelantar datos vinculados a la actividad económica. Según sus primeras estimaciones, la economía se contrajo 0,4 % en las últimas cuatro semanas, ante la volatilidad en el precio del dólar y las tasas de interés.
Desde LCG proyectan un crecimiento en torno al 4,5 %-5 % anual para 2025, de los cuales cuatro puntos porcentuales se explicarán por el arrastre estadístico que dejó el último dato del año pasado.
Industria metalúrgica
Según el informe mensual de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), la industria metalúrgica continuó estancada en julio y el uso de la capacidad instalada está en mínimos históricos. Si bien mejoró 0,3 % respecto del mes anterior, sigue 15 % por debajo de los picos históricos y con un uso de la capacidad instalada en apenas 45 %.
Los subsectores estratégicos continúan en retroceso y el empleo mantiene su tendencia a la baja. Dentro de la industria se observaron caídas en autopartes (-2,9 %) y bienes de capital (-1,8 %), considerados estratégicos para el entramado productivo. En contraste, ramas como maquinaria agrícola y carrocerías y remolques mostraron incrementos de hasta 17,7 %. Excluyendo estas mejoras puntuales, el resto del sector exhibió una caída interanual del-1 %.
El presidente de Adimra, Elio Del Re, advirtió que la industria “muestra señales de estancamiento y en niveles muy bajos”, a lo que se suman importaciones en volúmenes récord. “La apertura indiscriminada promete precios bajos a corto plazo, pero sale caro a futuro. Un ejemplo claro es la habilitación de maquinaria usada sin criterios técnicos: se bajan los estándares, se erosiona la competitividad y se pierde empleo local”, subrayó.
Las empresas no prevén una recuperación en los próximos meses y deberán apelar a suspensiones para evitar despidos de personal, a la espera de la reforma laboral. Así como también insisten en la rebaja de impuestos municipales y señalan que los costos generados por las aseguradoras de trabajo le meten presión a los costos totales.