Lo que era un secreto a voces salió a la luz y fue revelado por uno de sus protagonistas. Hasta el momento, las disputas en la industria metalúrgica se daban por reclamos de aumentos salariales o mejores condiciones laborales. Sin embargo, el secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, admitió que su enfrentamiento con el CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, trasciende la distribución del ingreso y tiene que ver con injerencias del empresario en la interna gremial.
Furlán sostuvo que Rocca “está de los dos lados del mostrador, porque, por un lado, tiene que discutir las paritarias, pero tiene en el Gabinete al secretario de Trabajo, Julio Cordero, que ha modificado las reglas del juego sobre cómo se mide la recuperación del salario real e impone aumentos que no pueden superar el 1 por ciento mensual”.
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En esta línea, señaló: “Siempre tuvimos en cuenta que la medición del costo de vida que daba el INDEC era el porcentaje de referencia para la recuperación del salario; pero, de repente, esa no fue más la regla y nos dijeron que, si no había devaluación, no había posibilidades de recuperar salario”.
Furlán subrayó, además: “Nosotros no podíamos aceptar ese cambio de reglas. Además, eso significaba acordar salarios a la baja, en ingresos que fueron deprimidos primero por la brutal devaluación que dispuso el presidente Javier Milei en el arranque de su gestión”. Planteó que “hay una muy mala redistribución de la riqueza en la Argentina; que, hay que reconocerlo, no es patrimonio de este gobierno, sino que arrancó con Mauricio Macri y continuó con Alberto Fernández y hoy se está profundizando”.
Detalló que “el metalúrgico perdió entre el 30 y el 32 por ciento del salario real; cuando cuantificamos ese deterioro desde el 2015 a la fecha da entre 57 y 60 millones de pesos por cada trabajador y subrayó: “Esa pérdida fue a parar a los bolsillos de los empresarios”.
Conflicto en las empresas del Grupo Techint
La semana pasada la UOM realizó una masiva movilización por las calles de San Nicolás, en rechazo a los despidos registrados en la planta Ternium-Siderar, del Grupo Techint (el mayor fabricante de acero del país). Furlán indicó que a las cesantías en las empresas contratistas se le agrega la precarización laboral y los salarios depreciados. Remarcó que “los trabajadores se cansaron y dijeron basta. Hasta acá llegamos, porque además hay un proceso de precarización con 51 empresas contratistas, con salarios por fuera de convenio”.
Sobre los números que plantea la empresa, explicó que “la producción no cayó en la magnitud que dice Roca. Se siguen produciendo 160 mil toneladas de chapa en Siderar, contra las 190 que se hacían. El negocio sigue siendo muy rentable. Cuando miras los balances de la compañía, las ganancias son escandalosas. Acá los únicos que están perdiendo son los metalúrgicos”.
En cuanto a las importaciones de China, sostuvo que “no son relevantes”. Y profundizó: “Parece más una disputa de Rocca con el Gobierno que una realidad que afecte a la producción, por lo menos por ahora. Es cierto que la apertura indiscriminada de las importaciones afecta la productividad, pero no del grupo Techint, sino de las Pymes”. Consultado sobre la situación salarial de los trabajadores, indicó que “un contratado gana 800.000 pesos de bolsillo por mes, mientras que un efectivo está percibiendo 1.400.000 pesos”.
Paolo Rocca se involucra en la interna de la UOM y la CGT
Para el final, Furlán reveló que “Rocca se ha metido en la interna de la UOM y pretende cambiar al secretario General, porque hoy hay una conducción que le está planteando un reclamo, una lucha tratando de transformar una realidad que le está doliendo a los trabajadores. Por eso quiere dirigentes flexibles, que estén sometidos a su buena voluntad”.
Cuando se lo consultó sobre quienes podrían ser los preferidos del titular del Grupo Techint, declaró: “No me consta quiénes pueden ser los dirigentes, pero si tengo certezas que no solo quiere intervenir en la UOM, sino que también está buscando intervenir en la elección del nuevo secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), donde pretende que haya un nombre que le dé previsibilidad a sus intereses”.
El líder de la UOM dijo que Rocca “quiere seguir pagando salarios de hambre y nosotros queremos un salario que no solo garantice un plato de comida, sino que cubra otras necesidades como vestimenta, educación para nuestros hijos, al esparcimiento, a las vacaciones… Y no estamos hablando de un quiosco, estamos hablando de una multinacional”.
Sobre el resultado de las elecciones y el actual contexto político-económico, avisó: “Rocca ya está pensando en la era post Milei, cómo resguarda sus intereses, teniendo dirigentes funcionales al modelo de país que pretende”.