El director de cine le rindió homenaje con un conmovedor texto a su expareja, amiga y compañera de películas
Woody Allen se despidió con un texto conmovedor de Diane Keaton, su exnovia, amiga y compañera en varias películas que murió este fin de semana a los 79 años. El director, plasmó la relación de amor y respeto que construyeron dentro y fuera de cada set.
“A diferencia de cualquier otra persona que el planeta haya experimentado o que probablemente nunca vuelva a ver, su rostro y su risa iluminaban cualquier espacio en el que entraba”, dijo Allen. Además, el actor hizo hincapié en la primera vez que se vieron para la obra teatral Play It Again, Sam. Diane Keaton trabajaba en el guardarropa del Teatro Morosco y, en paralelo, actuaba en Hair. “Si Huckleberry Finn fuera una joven hermosa, sería Keaton”, recordó.
“Ella era tímida, yo era tímido, y con dos personas tímidas, la cosa puede volverse bastante aburrida”, recordó sobre sus primeros trabajos juntos. Luego, repasó que compartieron una cena durante uno de los descansos y la relación entre ellos empezó a fluir. “Era tan encantadora, tan hermosa, tan mágica, que cuestioné mi cordura. Pensé, ¿podría enamorarme tan rápido?”.
“Con el tiempo, hice películas para una sola audiencia, Diane Keaton. Nunca leí una sola reseña de mi trabajo y solo me importaba lo que ella decía al respecto”, aseguró en relación a la admiración que sentía por su compañera. El cineasta elogió el talento multifacético de Keaton que incluía el diseño, la decoración de interiores y el asombroso gusto estético que manejaba.
“Esta hermosa campesina se convirtió en una actriz galardonada y un sofisticado ícono de la moda. Tuvimos unos años muy buenos juntos y finalmente ambos seguimos adelante, y solo Dios y Freud podrían entender por qué nos separamos”, afirmó. Sobre el final, Allen apuntó: “Hace unos días, el mundo era un lugar que incluía a Diane Keaton. Ahora es un mundo que no la incluye. Por lo tanto, es un mundo más deprimente. Aun así, están sus películas. Y su gran risa aún resuena en mi cabeza”.
