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15 junio, 2025

Qué debe mejorar Franco Colapinto para tener un buen sábado en Canadá

Franco Colapinto se quedó hasta bien entrada la noche en los boxes del Gilles Velleneuve, después de un viernes tan preocupante como el de Barcelona, o Mónaco. Y no hay dudas de que, a horas de la FP3 y la clasificación en Canadá sobre todo, ya debe saber dónde estuvieron los puntos débiles con su Alpine.

Igual, hubo un cambio apreciable del viernes de Barcelona al viernes de Montreal. Aunque no le salió, aunque tuvo errores, no quedaron dudas de que Colapinto buscó de entrada los límites, aun cuando el trazado solo lo había visto en simulador.

Primero en salir a pista en la FP1, ya intentó con gomas superblandas (la misma, incómoda, usada en Imola y Mónaco) ir rápido desde el vamos, pero a la salida de la primera chicana, el Alpine no traccionó y de entrada comprobó que el viernes vendría torcido. Trompo sin consecuencias y a empezar de nuevo.

Esa primera salida lenta de la curva 2, de las varias que tiene un circuito de mucha aceleración y frenada brusca para volver a apretar el pedal, fue un martirio para el piloto argentino. Rara vez pudo hacerla redonda, sin contravolantear. Y así, de entrada, no pudo aprovechar la goma nueva.

Lo mismo le pasó en la FP2. Salió con goma media y ahí registró lo mejor suyo, en comparación con Pierre Gasly, estando adelante del francés al mismo tiempo. Y repetiría con ese compuesto en los últimos 20 minutos, ya con mayor carga de combustible para ritmo de carrera, donde no solo estuvo palo y palo con el francés, sino que a décimas del mejor de la tanda, George Russell, o los McLaren, en similares condiciones.

>> Leer más: Franco Colapinto no entiende al auto

En el medio de esos dos stint, colocó la goma C6 y en su segundo intento otra vez hizo un trompo en el mismo lugar, sin sacarle provecho a lo mejor que podía ofrecer ese compuesto.

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El Alpine de Franco Colapinto, en la FP3 de Canadá.

La telemetría y el estilo de Franco Colapinto

Lo que siguió a esa imagen donde quedó de frente a Gasly, que salía de boxes, fueron nuevos intentos del argentino en buscar los límites y nuevas frustraciones, pasando por el césped en la misma curva donde se pegara Charles Leclerc en la FP1 o casi derrapando en la horquilla del fondo.

Lo bueno y lo malo. Ya no se vio a un piloto argentino que cuidaba de no golpearse, sino acelerando, buscando instintivamente encontrar la vuelta a un auto que evidentemente se rehúsa a hacer lo que quiere.

Y eso se pudo ver claramente en la telemetría, en la comparación con su compañero. Curva a curva, se notó claramente que Colapinto frenaba más tarde que Gasly, lo cual supone un mérito de un estilo de conducción aguerrido, pero que no encuentra respuesta en la salida de esas curvas lentas.

De hecho, Colapinto lo declaró, que pierde la cola al intentar salir de las mismas y acelerar. Y ahí se vio claramente como el francés le hacía la diferencia, que el argentino recuperaba al llegar a la siguiente curva y volvía a perder en la aceleración.

En esa situación estuvo claramente esa gran diferencia de 1,024s para esta Fórmula 1 moderna, donde los primeros 16 de la FP2 quedaron encerrados en menos de un segundo.

>>Leer más: Un viernes opaco en Canadá

No es la primera vez que Colapinto expresa que no siente la cola del auto. no tiene esa sensibilidad como sí tenía con el Williams. Es como que busca que funcione como quiere y no lo encuentra, como si el Alpine se adaptara mejor a un estilo si se quiere más conservador como el de Gasly.

Un dilema a resolver en Alpine

El estilo de Colapinto parece ser más similar al de Max Verstappen, por ejemplo, de sentarle mejor el sobreviraje antes que el subviraje. Pero el problema está en que el Alpine puede entrar con la velocidad que quiere en las curvas, pero no salir bien de ellas.

Por eso el argentino apunta al problema de la cola del auto, no le da confianza para explotar ese estilo de conducción. Es como que está demasiado rígida para lo que necesita y eso lo frustró en el viernes de Canadá.

Entonces cabrían plantearse dos posibles soluciones. O Colapinto tiende más a imitar el estilo de Gasly, o el equipo le busca la manera de adaptar mejor el auto a su manera de conducirlo. La segunda sería la más lógica.

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Franco Colapinto se mete al Alpine para su primer día en Canadá, en un callejero que no conocía.

De viernes a viernes para el argentino

La gran diferencia de viernes a viernes entre los dos últimos grandes premios, fue la agresividad que mostró Colapinto en su intención de empujar, no guardarse nada y tratar de encontrarle la vuelta a un auto que ni por asomo le sienta como el Williams del año pasado.

>> Leer más: Un trompo de entrada en la FP1

Tampoco se puede decir que el Alpine no tiene potencial, o que es una carreta, como hace enojar sobre todo a los que se sumaron a la ola Fórmula 1 por Colapinto. En manos de Gasly mostró cosas y el argentino lo puso en la Q2 en Imola, además de seguramente haberlo logrado de mínima en Barcelona. Aún con las limitaciones que tuvo de no haberlo probado nunca antes del regreso.

La buena noticia de Montreal, pese a todo, es que no se vio a un Colapinto pasivo como en Mónaco o el viernes de Barcelona. A las 13.30 de este sábado tendrá la chance de encontrarle la vuelta, valga la redundancia, para así crecer con optimismo hacia lo único que importa en la previa, que es la clasificación de las 17.

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