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27 julio, 2025

Indian Princess: los detalles que debes buscar en esta extraña moneda para que valga más de 2,8 millones dólares

Una moneda de tres dólares fabricada en 1855 en San Francisco se ha convertido en una de las más valoradas por los expertos en numismática. Esta pieza, conocida como “Indian Princess”, pertenece a una serie que tuvo una circulación muy limitada y que hoy es considerada una verdadera rareza por coleccionistas de todo el mundo.

La moneda de US$3 comenzó a producirse en 1854, en un contexto donde su valor coincidía con el costo de una hoja de 100 sellos postales, lo que podría explicar su función original dentro del sistema económico de la época. Esta denominación se mantuvo en producción hasta 1889, aunque su uso nunca fue ampliamente difundido.

La serie presenta la imagen de una princesa nativa americana con una corona de plumasHeritage Auctions – Foto Heritage Auctions

La emisión de 1855 se distingue por haber sido realizada en la recién inaugurada Casa de la Moneda de San Francisco, establecida como respuesta a la fiebre del oro que se desató en California en 1848. En aquel entonces, la falta de una moneda oficial provocaba que el polvo de oro se usara como medio de intercambio.

La solución fue establecer una ceca en el propio Estado Dorado para evitar el envío costoso del oro a otras ciudades como Nueva Orleans o Filadelfia. Así nació una de las casas más importantes del oeste de EE.UU., que en sus primeros años acuñó ejemplares únicos, como esta que ha pasado a la historia por su rareza.

A diferencia de otras monedas de circulación regular, esta pieza fue elaborada con técnicas especiales para presentar un acabado tipo “proof”, es decir, destinada a fines conmemorativos o de muestra. Su conservación durante más de un siglo en manos privadas contribuyó a preservar su estado y a incrementar su valor histórico y comercial.

Esta característica es lo que la hace especialmente deseada a la pieza de San Francisco. La prueba de acuñación o “proof” presenta particularidades técnicas como campos reflectantes, bordes definidos y detalles finos.

Se tiene constancia de que al menos dos unidades de esta serie fueron acuñadas bajo esta modalidad en 1855 en San Francisco, según el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés). Una de ellas fue enviada al Gabinete de Moneda oficial, aunque su ubicación actual es desconocida. La otra fue preservada durante décadas por una familia de California.

Esta pieza exhibe cada detalle del diseño exactamente como aparecía en los troqueles, con un evidente contraste de camafeos entre los brillantes dispositivos y los campos completamente espejadosHeritage Auctions – Foto Heritage Auctions

La pieza presenta un acabado con fondo espejo y relieves brillantes, típicos del proceso “proof”. Otro indicio clave para confirmar su autenticidad es el borde afilado y la textura áspera, resultado del método de acuñación doble.

También es notable su tonalidad dorada con matices verdes y anaranjados, que se conservan gracias al cuidado recibido por más de 100 años. En términos técnicos, su calificación por parte de las agencias NGC y PCGS ha sido elevada, lo que reafirma su calidad. La ausencia de marcas de contacto visibles y la nitidez de sus detalles la hacen destacar incluso frente a otros ejemplares similares emitidos en años posteriores.

Para saber si se tiene una Indian Princess auténtica también se debe observar:

La pieza fue calificada como PR64CAM debido a su buen estado de conservaciónHeritage Auctions – Foto Heritage Auctions

Durante una subasta realizada en 2011, esta pieza alcanzó un precio de US$1.322.500 y se convirtió en la primera moneda de esta denominación en romper la barrera del millón de dólares. Años más tarde, en 2023, una versión calificada como PR64 Camafeo fue vendida en Heritage Auctions por US$2.160.000.

En la actualidad, su valor estimado, según la guía de precios de PCGS, fue en aumento y se estableció en US$2,85 millones. La combinación de su rareza, el estado de conservación y su categoría de prueba hace que esta serie sea una de las más destacadas en el mercado numismático.

En la Casa de la Moneda de San Francisco, además de la US$3 de 1855, también se produjeron en ese año versiones “proof” del cuarto de dólar y del medio dólar.

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