La realidad migratoria de Hialeah, la ciudad de Florida donde casi todos hablan español, está a punto de cambiar. Con la intensificación de los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) bajo la administración Donald Trump, el condado de Miami-Dade evalúa su participación en el programa 287(g), el cual permite a las agencias de seguridad locales colaborar con el gobierno federal en la identificación y detención de inmigrantes en situación irregular.
Ubicada en el condado de Miami-Dade, Hialeah es una de las ciudades con mayor porcentaje de hablantes de español en ese país. Según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, más del 96% de sus residentes se identifican como hispanos, con una amplia mayoría de origen cubano.
En este contexto, y con la intensificación de las redadas, el Concejo Municipal de Hialeah presentó una resolución que autoriza al alcalde Esteban Bovo Jr. a firmar un acuerdo con el ICE para que el Departamento de Policía local tenga facultades ampliadas en la aplicación de leyes migratorias. Con esta medida, esta ciudad se sumaría a otras del estado de Florida que ya han adoptado el programa 287(g), como Coral Gables, Davie y Sunny Isles.
El programa 287(g) delega a los agentes locales ciertas funciones, lo que les permite interrogar, arrestar y retener a personas sospechosas de estar en ese país sin documentos. De ser aprobado, el acuerdo formal convertiría a Hialeah en una de las pocas ciudades de mayoría hispana en colaborar activamente con la política migratoria federal.
Según informó El Nuevo Herald, Barbara T. Govea, abogada adjunta de la ciudad, dijo que el Departamento de Policía desea firmar el acuerdo con el ICE, luego de haber presentado la solicitud, para cumplir con las leyes migratorias y brindar asistencia operativa en forma de servicios.
Por su parte, el gobernador Ron DeSantis enfatizó, en reiteradas ocasiones, que mantendrá su apoyo al endurecimiento de políticas migratorias en Florida.
Los operativos migratorios bajo el programa 287(g) se han intensificado en los últimos meses. Según datos del ICE, actualmente hay acuerdos vigentes con 726 agencias de cumplimiento de la ley que operan bajo este modelo y colaboran con la agencia federal.
En el caso de Florida, con la posible incorporación de Hialeah, si el alcalde Esteban Bovo Jr. se une al programa, serían 67 los condados que se han asociado con la agencia federal para permitir que los sheriffs y oficiales penitenciarios cooperen en la identificación y retención de inmigrantes con procesos de deportación abiertos.
Esta medida se enmarca en un contexto más amplio de políticas migratorias estrictas impulsadas por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la administración Donald Trump.
En febrero de 2025, la Asociación de Sheriffs de Florida anunció en un comunicado que todas las cárceles del estado firmaron acuerdos con el ICE, lo que los posiciona a la vanguardia en la aplicación de leyes de inmigración a nivel local. Este esfuerzo conjunto busca ampliar la capacidad de detención y deportación de personas en situación irregular.
Hialeah ha sido históricamente un refugio para inmigrantes, en particular para la comunidad cubana, que llegó en oleadas desde la Revolución de 1959. Sin embargo, en los últimos años, el perfil migratorio cambió con la llegada de nuevas comunidades procedentes de Venezuela, Nicaragua, Colombia y otros países de Latinoamérica.
De acuerdo con El Nuevo Herald, en 2024, el alcalde Bovo aseguró que en los últimos dos años han llegado a la ciudad alrededor de 80.000 cubanos, lo que generó tensiones y desafíos en términos de recursos y servicios públicos.
Con la implementación de esta nueva política, Hialeah se enfrenta a un dilema: mantener su tradición de ciudad de acogida de extranjeros o alinearse con la estrategia migratoria del gobierno federal. La decisión final sobre la aprobación del acuerdo con ICE se tomará en las próximas semanas, y su impacto podría redefinir la relación entre las autoridades locales y la comunidad inmigrante.