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24 marzo, 2025

Drama, excesos y fama. La historia de Donatella Versace, heredera de un imperio fashion, y su sorpresivo cambio de vida

Con su cabellera rubia de siempre y vestida de negro, como siempre, Donatella Versace (69) subió el viernes 7 de febrero de este año a la pasarela de la Semana de la Moda de Milán. Como siempre, saludó al público y, como siempre, posó rodeada de los modelos que desfilaron las propuestas Versace para el otoño-invierno 2025: una colección que, según los críticos, miraba tanto al futuro al utilizar piezas impresas en 3D y detalles en pedrería en jeans, así como al pasado al rescatar los patrones, los colores y el lujo de la casa, el legado de su querido hermano Gianni. Nunca nadie se imaginó que, un mes después, Donatella anunciaría su alejamiento de la dirección artística de la compañía, un cargo que ejerció con éxito indiscutido por treinta años.

“Todos deberían tener un poco de la actitud Versace. En esta colección, no sigo ninguna regla. Sólo las reglas del ADN Versace”, escribió en sus redes sociales después de su último desfile, en Milán.Getty Images

En un texto que posteó en sus redes sociales para sus 12,3 millones de seguidores y en el que agradeció a su equipo de diseño y a todos los empleados de la compañía, Donatella escribió: “Ha sido el mayor honor de mi vida continuar el legado de mi hermano Gianni. Él fue un verdadero genio, pero espero haber heredado algo de su espíritu y tenacidad”. Desde su primera colección como jefa creativa –fue presentada el 10 de octubre de 1997, dos meses después del asesinato de su hermano Gianni, el 15 de julio de 1997– hasta la última, el mes pasado, Donatella nunca defraudó. Ella, por su parte, escribió en ese mismo posteo en Instagram: “Espero haberte hecho sentir orgulloso”, una frase que –claramente– está dirigida a su hermano.

Gianni con Donatella en una foto de los comienzos de la icónica marca.
Oriundos de Reggio di Calabria, Italia, los hermanos Versace aprendieron todo sobre moda de la mano de su madre, que era modista.

“I’m blonde, I’m skinny, I’m rich”. [‘Soy rubia, soy delgada, soy rica’, según su traducción del inglés]. Eso dicen las primeras líneas de Donatella, la canción que Lady Gaga lanzó en 2013, en su tercer álbum, Artpop, y que rinde homenaje a la rubia de mayor influencia de las pasarelas. “Listen to her radiate her magic, she’s so fab, it’s beyond” [‘Escúchala irradiar su magia; ella es tan fabulosa, está más allá’], dice Lady Gaga. Con su estilo particular –tan marcado como exuberante– y su determinación, Donatella fue clave para que la marca sobreviviera. “¡Nunca pensé que haría una carrera de esto! –le confesó en 2021 a la revista Harper’s Bazaar–. Cuando estaba en la universidad, pasaba los fines de semana con Gianni y, poco a poco, fui involucrándome en su mundo”.

Gianni, rodeado por su hermana y Naomi Campbell. Al igual que Kate Moss, Campbell y todo el team de las icónicas supermodelos fueron musas y embajadoras de Versace en los años 90. Tras la muerte de Gianni, el vínculo continuó sólido e inquebrantable con Donatella: la diseñadora y las modelos tienen una relación de hermandad y gran lealtad.

En Gianni Versace S.p.A –la compañía que había fundado en 1978–, el diseñador disfrutaba trabajando con Donatella. Su hermana menor –que había estudiado en la Universidad de Florencia– era mucho más que su jefa de relaciones públicas y de marketing: era su mejor crítica y su musa. Inspirándose en ella nació la fragancia que, según Gianni, era “una invitación a experimentar el lujo y la belleza en su máxima expresión”: Blonde.

Donatella y su hermano Gianni, en su casa del lago di Como, en 1981.Getty Images
Tras recibirse de diseñadora en la Universidad de Florencia, Donatella se mudó a Milán, donde ya estaba instalado Gianni. Para el diseñador, ella fue su musa y su mejor crítica. En 1989, le confió Versus, una línea joven.

En House of Versace: The Untold Story of Genius, Murder and Survival, el libro que inspiró la película House of Versace, la periodista Deborah Ball indagó en las dificultades a las que la rubia se enfrentó tras el asesinato de su hermano: “Nada volvió a ser divertido, sólo había dolor, inseguridad y pérdida”, admitiría ella, quien debió asumir la dirección creativa de la empresa poco tiempo después del conmovedor funeral de su hermano en Milán. Santo, el otro hermano, se hizo cargo de las finanzas.

Santo y Donatella en el funeral de su hermano Gianni –que fue asesinado el 15 de julio de 1997, en la puerta de su casa sobre Ocean Drive, en Miami–, que se realizó en la catedral de Milán, Italia. Al lado de Donatella, está su hija Allegra Beck, por entonces, de 11. A su sobrina Gianni la llamaba “principessa” y fue a ella a quien él le heredó el 50 por ciento de su imperio: más de 600 millones de euros. Según su testamento, el resto sería distribuido entre Donatella y Santo, su hermano mayor.Getty Images

En 2018, Donatella le dijo a Vogue España: “Todo el mundo tenía los ojos en mí. No estaba preparada. Empezaron los problemas con mi familia”. El colapso de su matrimonio con el modelo Paul Beck, su primer marido y padre de sus dos hijos, Allegra y Daniel (39 y 34, respectivamente) coincide con esos años difíciles, cuando ella hacía lo imposible para que la empresa sobreviviera en la moda, que iba hacia el paradigma del minimalismo. Y estaba también su adicción a la cocaína.

Los Beck-Versace, en julio de 2007, durante el evento que se realizó en el Palazzo Reale de Milán para conmemorar los diez años de la muerte de Gianni. Getty Images
Donatella en el desfile de la colección primavera/verano de 1993, junto con su marido, el modelo norteamericano Paul Beck, y los dos hijos que tuvieron juntos, Daniel y Allegra. Getty Images
Con Manuel Dallori –cara visible de proyectos como The Beach Club y The Cliff, clubes exclusivos con sedes en todo el mundo– Donatella estuvo tan sólo un año: entre 2004 y 2005.

En 2005, confesó haber sido adicta por 18 años: “A Gianni no le gustaban las fiestas. En cambio, yo salía todas las noches. Una vez, en un bar de Nueva York, había una mesa llena de cocaína y todo el mundo aspiraba abiertamente en la pista de baile”, reconoció. Hay quienes aseguran que, después de su rehabilitación, se volvió adicta a las intervenciones estéticas, a los rellenos y al bronceado eterno. Aunque ella siempre negó haber pasado por un quirófano, las transformaciones son notorias: “Nací rubia, pero con los años el pelo se me oscureció. Empecé a teñirme y terminé volviéndome adicta al rubio. ¿Volver a mi color natural? Lo natural no tiene que ver con el pelo o con la cara. Para mí, tiene algo que ver con la comida, algo que ver con las verduras”, admitió en 2010. En diciembre de 2024, en el estreno del musical The Devil Wears Prada, en Londres, Donatella sorprendió a todos con rostro nuevo y una cabellera menos platinada.

J. Lo, con el Jungle Dress, un diseño de un escote profundísimo que Donatella creópara los Grammy 2000. Considerado uno de las más icónicos de la historia de la moda, le dio popularidad a la diseñadora. Dos décadas después, para la colección primavera/verano 2020, Donatella lo reinventó para las nuevas generaciones. Getty Images
“Por las venas de Versace corre el rock ‘n’ roll”, dijo Donatella en una entrevista. “Crecí en un tiempo en el que las barreras culturales se derrumbaban gracias a la música, obsesionada por lo que pasaba en el arte, en la industria del cine; en las subculturas. Mi hermano y yo queríamos ser parte de ese nuevo mundo”. Desde Madonna a Dua Lipa pasando por Britney Spears y Lily James, fue idea de Donatella recurrir a las celebrities en lugar de modelos profesionales como embajadores de la marca.

En uno de los últimos videos que subió a Instagram, Donatella lleva una remera rosa pálido que dice “Versace” en blanco. Tiene el gesto apacible: está recostada contra una pared mientras una voz en off le pregunta qué hará a partir de ahora, que acaba de anunciar su alejamiento de la firma. Después de treinta años de entrega abnegada, quizás sea la pregunta del millón.

Bajo la dirección creativa de Donatella (aquí, posando en el amplio vestidor personal), Versace se consolidó como firma y se expandió por el mundo. Creó cada colección y, además, fue la responsable de diversificar la marca para convertirla en un estilo de vida: accesorios, muebles, hoteles.
Donatella, su perro, su árbol de Navidad al Versace style y, detrás, los retratos de su hermano Gianni: “Intento hacer moda para mujeres contemporáneas, que son muy distintas a las de hace veinte años. Creo que consigo ofrecer ropa relevante para la vida de hoy. Nunca me compararía con Gianni, porque no hay comparación posible”.
Lady Gaga con Donatella en el atelier de la firma de París, en el marco de la semana de la moda de 2014.Getty Images
En 2022, Gigi y Bella Hadid se sumaron a Versace. Acá, las fotos que Donatella y las hermanas hicieron para la colección primavera/verano. En 2023, las hermanas fueron una de las tantas celebrities que participaron del video –original y lleno de humor– en el cual se corregía a quienes pronuncian mal Versace: “It’s Versace”.

“Impulsar a la próxima generación de diseñadores siempre ha sido importante para mí”, se lee en el comunicado del jueves pasado, el mismo texto donde también anunció que su reemplazante será el diseñador italiano Dario Vitale. Si bien Donatella se manifestó “emocionada” de que Vitale se uniera a Versace, para los analistas del fashion supone una señal de alarma: Vitale fue, hasta hace poco, director de Miu Miu, una marca de Prada, el grupo que, según los rumores, quiere quedarse con Versace.

Dos leyendas posando juntos: Karl Lagerfeld y Donatella.

Mientras tanto, Donatella seguirá involucrada en sus actividades solidarias [ayuda a varias organizaciones benéficas, entre ellas la EJAF, la fundación que Elton John creó para luchar contra el sida] y, tal como ya anunció, a partir del primer día de abril –justo un mes antes de cumplir 70 años–, se convertirá en la embajadora de la marca porque, tal como ella dijo, “Versace está en mi ADN y siempre en mi corazón”.

Donatella, de negro, rodeada por Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helena Christensen en el fashion week de Milán, Italia, en septiembre de 2018.Getty Images
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