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14 marzo, 2025

Franco Colapinto en el Gran Premio de Australia: el argentino no corre, pero vuela entre el cariño de los hinchas

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Antes del Gran Premio de Australia de Fórmula 1, Keith Sutton, fotógrafo histórico en la Fórmula 1 y seguidor de la campaña de Ayrton Senna, se toma una foto con Franco Colapinto, que tiene sus seguidores en Brasil.X

Franco Colapinto no va a protagonizar el Gran Premio de Australia de Fórmula 1. No va a hacerlo. Cabe remarcarlo porque lo que genera allí, en Melbourne, no es propio de un piloto suplente. Le piden fotos, lo filman, comparte mates y galletitas, lo viralizan en las redes sociales. El argentino, que está en Albert Park para aprender cómo se maneja Alpine en medio de la acción en la pista y aportar información mediante su trabajo en el simulador –además de estar listo para subir a un coche ante cualquier eventualidad que lo requiera–, apareció con su infaltable mate el jueves ahí, en el circuito semipermanente muy cercano al océano Índico, y desde entonces llamó la atención.

“Franco, sos lo más. ¡Gracias por representarnos tan bien!”, le dijo con acento argentino una chica que lo filmaba, mientras él autografiaba cosas. “No; ustedes son lo más. ¡Gracias por venir!“, contestó Colapinto. “Ojalá tengas muchos éxitos en esta temporada y puedas correr”, replicó la admiradora. ”Gracias por apoyarme, aunque no corra”, devolvió el piloto. “Vas a correr. Vas a correr”, lo animó ella.

Y apareció un aficionado de Pilar, la ciudad de la que es oriundo el deportista. “¿En serio, b…?“, se sorprendió el corredor. ”¿Y qué? ¿Vivís acá?“, se interesó, antes de sugerir que estaba sobrepasado de pedidos… “Tengo tres tapas”, dijo, con un solo marcador en las manos. “I have three…”, musitó, intercambiando inglés y español, espontáneo, terrenal, adolescente a sus 20 años.

Confirmado, es Colapinto: lleva el mate consigo, en el ingreso a Albert Park, donde la Fórmula 1 inicia su temporada este fin de semana.Gentileza de Xavi Gazquez

Colapinto depende de que ocurra algún percance con Pierre Gasly o con Jack Doohan, los conductores titulares del equipo francés, para tener la oportunidad de manejar uno de los Alpine en Australia, donde esta noche de Argentina empezarán los entrenamientos, o en Shanghái, donde una semana más tarde se desarrollará el Gran Premio de China, la segunda fecha de la temporada. Se especula con que reemplazará al australiano en la sexta estación del calendario, en Miami, y luego quedará fijo, pero eso no está confirmado y dependería del rendimiento de Doohan.

Mientras, mantiene su buen vínculo con Williams, escudería a la que puede volver en cualquier momento. Por lo pronto, en Melbourne fue a saludar a miembros de la escuadra inglesa, en la que protagonizó las últimas nueve fechas de 2024. Y a uno especial de sus integrantes le convidó de lo suyo.

James Vowles, el “Tío James” –así se autoapodó en su momento el jefe de equipo, en un mensaje viralizado con Franco–, recibió de su ahora ex piloto el mate. Lo probó, aunque seguramente no era la primera vez, habiendo tenido al bonaerense tres meses y medio junto a él bajo el paraguas de Williams. Y sonrió, con cara de que no le gustó…

En el paddock Colapinto se topó con otro personaje. Keith Sutton, un histórico fotógrafo que sigue la Fórmula 1 (Sutton Images) y cubrió toda la campaña de Ayrton Senna, se tomó una imagen con el argentino, sosteniendo ambos una remera que tenía el nombre del recordado piloto paulista con la bandera de Brasil como fondo. En el país vecino Franco posee unos cuantos seguidores, incluida una cuenta de redes sociales.

Y en sus caminatas por las calles aledañas a la pista de Albert Park, el bonaerense fue atendiendo pedidos de aficionados de cualquier origen. A unas chicas les regaló pacientemente unos dulces, y luego publicó un comentario con humor, a su estilo: “No me dejaron ni una había hambre parece”, escribió en una historia de Instagram con un emoticono de decepción.

También tomó de su mate, compartido con otro integrante de Alpine y un par de chicas, sentados todos a una mesa y entre risas. Así vive el pilarense sus días de baja presión en la hermosa ciudad australiana.

En esa mezcla de admiración, cariño, deseo de que le vaya bien y quizás hasta cholulismo, puede recibir cualquier objeto para que le estame su firme. Le pasó con un… parasol de auto, ese elemento que está debajo del techo para evitar encandilarse. Cómo llegó uno a estar entre los espectadroes, no se sabe, pero sí que se llevó un autógrafo del muchacho sudamericano.

Franco se detiene ante cualquiera, pero con los argentinos tiene un trato especial. Si escucha hablar a un compatriota, para la oreja y le presta atención. “¿De Argentina? ¿Dónde estás?“, contó un admirador en X la respuesta del piloto a su llamado. El intercambio terminó con fotos, por supuesto.

En el país de la buena onda, Franco puso la suya en la jornada anterior al comienzo de la actividad oficial en la pista. Si tendrá la chance de correr se sabrá más adelante. Por ahora, él espera con el ánimo en alto.

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