El sector agroexportador argentino enfrenta una serie de desafíos que afectan su competitividad a nivel global. En Expo Agro, las entidades que representan a las cadenas de soja, maíz, trigo y girasol presentaron un documento con pedidos concretos al Gobierno. En ese sentido, este medio se contactó con Martín Biscaisaque, presidente de Argentrigo, quien destacó la necesidad de “un plan integral que permita a la Argentina recuperar su lugar como referente en la producción de agroinsumos, energía y alimentos”.
Uno de los ejes centrales del documento es la pérdida de competitividad del sector en las últimas dos décadas. “Brasil, Estados Unidos, Rusia y Ucrania siguen siendo competitivos, incluso en guerra. Nosotros no logramos superar las 140 millones de toneladas de producción“, señaló Martín Biscaisaque. Para revertir esta situación, el agro pide la eliminación de impuestos distorsivos, mejoras en infraestructura, incentivos para la innovación y un enfoque en la sostenibilidad ambiental.
Si bien el Gobierno redujo temporalmente las retenciones y estabilizó el tipo de cambio, Biscaisaque advirtió que, “la competitividad sigue siendo baja porque otros países avanzan y nosotros quedamos rezagados“. También comparó la situación con el “modelo de Turismo Carretera”, donde se imponían lastres a los autos ganadores para igualar la competencia. “Nos pusieron lastres en forma de regulaciones y restricciones, desincentivando la inversión y la innovación”, afirmó.
Financiamiento en el agro
El acceso al crédito también es un factor clave. “La innovación implica fracasos, y esos fracasos deben ser financiados“, explicó el entrevistado. Sin embargo, el agro enfrenta dificultades financieras tras años de políticas restrictivas y condiciones climáticas adversas.
Biscaisaque recordó que, “en la época de la convertibilidad, el productor tardó en adaptarse al nuevo escenario económico“. Hoy, la situación es similar: “Pasamos de operar con inflación y financiamiento accesible a un modelo que exige máxima eficiencia en producción y comercialización“.
La importancia de la desregulación del Gobierno
El Gobierno de Javier Milei impulsó medidas de desregulación para reducir la burocracia en el comercio exterior. “Es un proceso alentador, pero aún falta mucho para ver una verdadera aceleración en la competitividad“, sostuvo el presidente de Argentrigo. Entre las medidas urgentes, destacó la necesidad de mejoras en la hidrovía: “El 80% de nuestras exportaciones dependen de ella. Un dragado eficiente podría aumentar el precio de los granos hasta 10 dólares por tonelada“.
El sector agroindustrial también enfrenta desafíos en infraestructura. “Nos preocupa la falta de coordinación estatal para obras públicas”, advirtió Biscaisaque. La postura del Gobierno de delegar la ejecución de obras a provincias y municipios genera incertidumbre. “Más allá de si la obra la financia el Estado o el sector privado, debe haber una planificación centralizada que garantice el desarrollo del país“, afirmó.