Las importaciones de carne de cerdo se dispararon 522,0 por ciento en lo que va de 2025, y los precios en mostrador también: subieron 25,2 por ciento en el período analizado. El número se ubicó muy por encima del índice de inflación.
El ingreso de carne porcina desde el exterior alcanzó las 24.303 toneladas en los primeros cinco meses del año, con un gasto en dólares superior a los 75 millones. La cifra récord representa el 7,0 por ciento del total producido y supera por mucho a las 19.351 toneladas importadas durante todo 2024.
Los datos, aportados por el consultor Juan Uccelli, advierten que los cortes de cerdo extranjero aumentaron 19,8 por ciento. ¿Fue la importación la que terminó empujando el precio al alza en lugar de contenerlo? y ¿quién se quedó con la diferencia?, se pregunta el informe.
“Vemos que algunos justifican que el aumento de la carne vacuna y su menor consumo obligó a agregarle mayor margen a la carne de cerdo. Pero eso es un traslado de utilidades totalmente injusto”, señala Uccelli en dirección a la cadena de comercialización.
El crecimiento exagerado de las importaciones pone en riesgo la sostenibilidad de la producción porcina nacional y el consumo, remarca el reporte. “Enviamos más de 75 millones de dólares al exterior, mientras buscamos desesperadamente divisas por todos lados, incluso debajo del colchón”, reprochó el analista.