De buenas a primeras, Andrés Gil se volvió uno de los hombres más nombrados, buscados y analizados por la prensa chimentera. Hasta hace un puñado de meses, hasta el preciso instante en el que Nico Vázquez y Gimena Accardi publicaron un comunicado anunciando su separación, nadie le había llevado el apunte. Pero bastó que pasara eso para que todos repararan en él: quedó sindicado como uno de los posibles amantes de la actriz, que encima es amiga de su pareja, la también famosa Cande Vetrano.
Con el correr de los días, Andrés Gil había vuelto al “casi anonimato” en el que había transcurrido el 99,8 por ciento de su vida. Pero una noche Angel de Brito contó que la que había tenido un amante había sido Gimena Accardi y no Nico Vázquez, a la mañana siguiente ella lo admitió de manera pública y otra vez su nombre sufrió un súbito aumento en la tabla de los más nombrados en “los programas de la tarde” y en los portales como Paparazzi. Otra vez al centro de la escena, al ojo de la tormenta, al banquillo de los acusados.
Su palabra pasó a interesar de nuevo tanto como sus gestos, sus posturas, sus movimientos y sus actos. Algo de eso ocurrió una de estas últimas jornadas, cuando algo que hizo al lado de Candela Vetrano provocó primero la sorpresa, después la irritación y por último la furia ya no de los reporteros, los panelistas o los conductores de televisión, sino de los usuarios y de los seguidores que tiene ella, que se cuentan de a miles y están desparramados por toda la geografía del mundo digital.
En realidad, lo que enojó muchísimo a la gente no fue algo que hizo Andrés Gil, sino algo que no hizo. Para todos aquellos que vieron las imágenes, el actor no “acompañó” o no “defendió” o no “estuvo” junto a su mujer cuando ella más lo necesitaba. ¿Qué pasó con Candela Vetrano? Los dos asistieron a un evento y todas las cámaras y todos los micrófonos fueron en busca de su palabra.
LA HORRIBLE ACTITUD DE ANDRES GIL CON CANDELA VETRANO QUE LE VALIO EL ENOJO DE MUCHA GENTE
Candela se frenó delante de la valla que la separaba de los movileros y medio a regañadientes, pero sin perder el buen talante ni la onda, empezó a hablar con ellos. En vez de pararse a su lado para decir “acá estoy yo que soy su hombre” se fue alejando tímidamente mientras daba vuelta su cara para observar y escuchar a su chica siendo bombardeada a preguntas sobre su supuesta infidelidad.
Esa “actitud huidiza” de Andrés Gil le valió un sinfín de reproches por parte de los usuarios, que le recriminaron que la haya dejado sola. “¿Qué esta queriendo decir este muchacho haciendo eso? ¿Que le soltó la mano?”, se preguntaron muchos, mientras otros le reclamaban “pero queda a defenderla en serio, hermano, parate como lo que sos, el marido”. Hubo también quienes destacaron a la amiga que la fue a rescatar. “Cuando tu marido te deja sola y en la boca del lobo, siempre aparece una amiga para salvarte”.