El Congreso, vallado en la previa a una nueva marcha de jubilados. Foto: NA.
La tensión volvió a instalarse en las inmediaciones del Congreso este miércoles, cuando columnas de jubilados y organizaciones sociales se concentraron para rechazar el veto presidencial a las leyes que disponían el aumento de las jubilaciones, la suba de los bonos y la prórroga de la moratoria previsional.
La protesta se da en un clima enrarecido, con un despliegue policial que incluye vallados, cortes de calles y camiones hidrantes preparados para intervenir. El repudio se multiplicó tras conocerse que el Ejecutivo blindó políticamente los vetos con el apoyo de un grupo de diputados reunidos en la Quinta de Olivos.
La convocatoria fue impulsada por distintos espacios que representan a los jubilados, quienes denuncian que las decisiones del Gobierno constituyen “un ataque directo a los sectores más vulnerables” y agravan el deterioro del poder adquisitivo de los haberes mínimos, ya fuertemente golpeados por la inflación.
marcha jubilados policia
En los alrededores del Palacio Legislativo, el Ministerio de Seguridad dispuso un operativo similar al de las marchas anteriores: uniformados en cada esquina, móviles policiales bloqueando los accesos más cercanos y camiones hidrantes listos para actuar. La postal trae a la memoria jornadas previas marcadas por episodios de represión contra manifestantes, muchos de ellos adultos mayores, que incluyeron gases lacrimógenos, empujones, chorros de agua a presión y hasta disparos de balas de goma.
Los asistentes expresaron su preocupación por la posibilidad de que la protesta vuelva a terminar con violencia institucional: “Venimos todos los miércoles a reclamar y lo único que recibimos es represión, soluciones no tuvimos ninguna. Mientras nosotros luchamos por una jubilación digna, ayer hicieron un asado en Olivos y en el PAMI hay turnos recién para dentro de cuatro meses. Mi exesposa sufre ELA y le niegan la kinesiología a domicilio”, denunció un jubilado en diálogo con C5N.
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La jornada se inscribe en una serie de movilizaciones semanales en defensa de los derechos previsionales, que ya se convirtieron en un símbolo de resistencia para miles de personas.
En esta oportunidad, el foco está puesto no solo en el rechazo a las medidas presidenciales, sino también en exigir un cambio de rumbo económico que ponga en el centro a quienes dependen de ingresos fijos y se encuentran cada vez más lejos de cubrir sus necesidades básicas.
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