Es un fenómeno que lleva tiempo gestándose, pero que hoy se acelera. Cada vez más empresas de logística de Buenos Aires están desembarcando en Rosario. Buscan poner sus depósitos en los parques industriales atraídas por la ubicación estratégica de la ciudad, la normativa de promoción existente, la disponibilidad de suelo y la existencia de proveedores locales especializados en el montaje de las naves.
Paralelamente, muchos emprendimientos locales comienzan a separar sus centros logísticos de las casas centrales, con el objetivo de eficientizar un sector que, empujado por el auge del comercio electrónico, ya no es un área periférica sino parte central de la operación empresarial.
Atractivos de Rosario
“Hoy es difícil trazar una línea clara entre industria y logística. Incluso aquellas empresas con procesos productivos incorporan cada vez más componentes logísticos. Por eso nos parecía un error separarlos cuando armamos el régimen de promoción de parque industriales”, señaló Sebastián Chale, secretario de Gobierno de la Municipalidad.
Chale recuerda que la ordenanza aprobada en Rosario en 2020 ya incluía actividades logísticas y de servicios, y que la nueva ley de parques industriales provincial, sancionada en febrero, también contempla esta integración. En el viejo concepto de área industrial, la logística no estaba considerada como actividad principal, pero eso cambió: hoy los parques industriales concentran un número creciente de emprendimientos logísticos.
Las ventajas comparativas de Rosario son claras: ubicación estratégica, accesos viales (autopistas), red ferroviaria (es uno de los dos principales nudos logísticos del país), aeropuerto con carga aérea tras la pérdida del monopolio de Ezeiza y una plataforma portuaria única.
Además, las naves logísticas requieren poca infraestructura y servicios, por lo que son las primeras en instalarse. No necesitan grandes consumos energéticos ni tratamiento de efluentes como las industrias tradicionales. Al trabajar con construcción en seco, el montaje es rápido: grandes superficies en tiempos cortos.
“Rosario tiene un ecosistema de empresas constructoras muy activas y competitivas especializadas en este tipo de desarrollos: Ivanar, Rogiro, Techaarg y Flexio, entre otras. Muchas son medianas y grandes, y conforman un verdadero polo logístico-industrial”, agregó Chale.
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Estratégica
La combinación entre disponibilidad de suelo, cercanía con Buenos Aires y Córdoba, oferta de proveedores especializados, desarrolladores privados activos y un marco normativo favorable vuelve a Rosario un destino imbatible para la expansión logística. En menos de 150 kilómetros se alcanza Santa Fe, San Nicolás, el sur santafesino, buena parte de Córdoba y el Litoral, casi todo conectado por autopistas.
El crecimiento explosivo de la venta online empuja esta tendencia. Empresas como Correo Argentino, Andreani, Mercado Libre, y muchas más instalan hubs logísticos en ciudades intermedias como Rosario, desde donde abastecen zonas amplias del interior. El mercado, antes atendido casi exclusivamente desde Buenos Aires, tiende a descentralizarse ante la saturación operativa y la necesidad de eficiencia.
En todos los nuevos loteos industriales en curso se observa un componente logístico creciente. Uno de los desarrollos más grandes del corredor Uriburu, en el oeste de la ciudad, corresponde a Thermium, con un centro de distribución. El nodo de Andreani en el acceso sur, sobre la autopista a Buenos Aires y Circunvalación, es enorme y sigue ampliándose.
También hay casos de empresas locales: Calzavara construyó un nuevo centro logístico fuera de sus sucursales; Sport 78 opera su centro desde el parque industrial de Pérez, para abastecer tanto su red de locales como su canal online, Digital Sport.
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Demanda de personal
El fenómeno también impacta en el empleo: todas las empresas, incluso las no logísticas, necesitan cada vez más metros cuadrados dedicados a logística y más profesionales especializados. Pinturería Cañada, con más de ocho locales, antes operaba este sector desde su casa central en Cañada de Gómez; ahora se trasladó a Rosario, y está en búsqueda constante de personal formado para gestionar inventarios y optimizar stock.
En sectores específicos como el de frío y alimentos, también hay expansión. La Montevideana, por ejemplo, construyó un centro logístico refrigerado sobre avenida Sabin (ex-Travesía). Las empresas más pequeñas, en cambio, alquilan metros de cámara durante todo el año, con alto consumo eléctrico que impide ubicarse en cualquier zona.
“Hay varios factores concurrentes que representan una gran oportunidad para Rosario”, concluyó Chale. “Pero necesitamos más masa crítica de profesionales. Hoy hay demanda sostenida, pero poca oferta de carreras específicas para formar nuevos recursos humanos. Se van pasando de empresa en empresa, y muchas veces deben traer gente de afuera”, relató.
Casos como La Virginia o General Motors, con su gran nodo logístico de ensamblado y almacenamiento de partes, demuestran que hoy la logística no es una actividad accesoria ni tercerizada, sino una función estructural que atraviesa a todas las empresas, impulsada por la revolución del comercio electrónico.
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