Triunfo clave de Newell’s ante Independiente Rivadavia en Mendoza y Cocoliso González, además de marcar el gol fundamental del empate, inquietó mucho a los rivales. Bien Gonzalo Maroni y Ángelo Martino, y un pasó atrás Luciano Herrera y Ever Banega. Los puntajes de Ovación del equipo de Cristian Fabbiani:
Williams Barlasina 4,5: tuvo grandes atajadas, aunque se rendimiento decayó por la pelota que se le escapó en el gol de Studer.
Jherson Mosquera 5: le costó defender en el comienzo, pero poco a poco se afirmó. Respondió.
Luciano Lollo 4,5: dubitativo para tomar las marcas. Entregó mal una pelota en la salida que casi le cuesta a su equipo un gol.
Luca Sosa 4,5: le tocó una dura misión, que fue perseguir a Arce. No le encontró la vuelta.
Víctor Cuesta 6,5: fue impasable por su zona. Seguro en la marca y firme para despejar por arriba.
Ángelo Martino 7: atento para anticipar y cortar los ataques rivales. Pasó al ataque con determinación.
David Sotelo 5: por momentos no pudo contener en el medio. Estuvo, eso sí, falto de compañía. Bien en las entregas.
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Ever Banega 6: toda la categoría para no apresurarse y meter el segundo. Fue prolijo, con desniveles.
Luciano Herrera 6,5: creció en la segunda etapa. Encaró por derecha y fue peligroso.
CARLOS GONZÁLEZ 7: aguantó solo adelante en la primera etapa y pesó más con un mayor acompañamiento en el segundo. Y anotó su primer gol en la Lepra.
Gonzalo Maroni 7: recién pesó en el segundo tiempo, pero en un gran nivel. Condujo al equipo en ofensiva.
Ingresaron en el complemento en Newell’s:
Giovani Chiaverano 5,5: tuvo una en soledad, pero Centurión se lo tapó. Trató de llevar juego por afuera.
Luca Regiardo -: intentó mantenerse bien parado y aportar al orden del equipo.
Jerónimo Gómez Mattar -: entró sobre el final y no pudo intervenir. El pibe debutó en primera.
El técnico de Newell’s que lo vio desde el palco
El DT Cristian Fabbiani 7: si bien el que estuvo en el banco fue Sergio Covello, porque el Ogro no pudo entrar a la cancha, fue uno de los grandes responsables del triunfo. Estimuló a un plantel que debió afrontar un montón de vicisitudes. Y, una vez más, le impregnó el espíritu combativo que lo caracteriza, jugando con decisión para revetir el 1 a 0.